viernes, 5 de octubre de 2012

La catedral de Tarazona. El edificio. La iluminación



http://www.lucescei.com/realizaciones-luminotecnicas/alumbrado-arquitectonico/la-catedral-de-tarazona/

Realizaciones luminotécnicas / Alumbrado arquitectónico


La catedral de Tarazona. El edificio. La iluminación

Fernando Aguerri - iGuzzini

El edificio conserva su esqueleto gótico con las naves altas, central, transeptos y presbiterio y, a su vez, el conjunto de naves bajas a las que abren las capillas construidas con posterioridad. Su decoración es característica del renacimiento español, singularizado con un cimborrio en la intersección de la cruz latina. El espacio interior queda definido por una veladura-piel gris y blanca que transparenta las texturas de su superficie y resbala la luz natural de los ventanales de alabastro hacía bóvedas y decoraciones.

En la historia del edificio la luz “artificial” fue la tenue llama de velas y lámparas de aceite en portavelas o lámparas votivas que, con su iluminación vertical, se reflejaba en los techos abovedados subrayando el simbolismo del ascenso hacia Dios.

Era intención del proyecto huir de excesos en la iluminación arquitectónica. Indagando en las referencias al pasado se pretendió fomentar la espiritualidad del lugar utilizando la luz eléctrica dirigida hacia techos y paramentos subrayando nervaduras, decoraciones y, en especial, el conjunto iconográfico de esculturas y pinturas en el interior del cimborrio y el presbiterio.

La liturgia como función centralizadora de la atención de los usuarios debía acentuarse con una iluminación dotada del dramatismo preciso para alcanzar el objetivo de transmitir su mensaje incluso en convivencia con la luz natural. El presbiterio, espacio de celebración de la liturgia, requería iluminancias más elevadas que destacaran su solemnidad del resto del templo. Del mismo modo las capillas, donde el acento se precisaba para sus elementos decorativos principales.

La iluminación de lectura de los fieles, situada en la zona inferior de naves y transeptos, requería una solución cenital y repartida que no distorsionara a ninguna de las iluminaciones anteriores de modo que sus luminarias-lampadarios pudieran “flotar” en el espacio sin perturbar su contemplación.

Los criterios luminotécnicos

El proyecto luminotécnico pretendía enfatizar los elementos principales del templo y cubrir las necesidades del uso religioso del espacio, invitando al recogimiento, por lo que, en su definición, fue primordial el control de las iluminancias, de deslumbramientos y temperaturas de color.

En las dos últimas décadas, los criterios para iluminar artificialmente edificios históricos destinados al culto,  catedrales e iglesias, han seguido un proceso análogo al sufrido por las fuentes de luz. Así, las iluminaciones correspondientes a actuaciones en el primer lustro de la década de los 90, se resolvieron con fuentes de luz de incandescencia halógena; en cambio, en el segundo lustro, fueron las lámparas de descarga con quemador cerámico -con un IRC>80 y temperaturas de color de 3000 y 4000K- la fuente de luz más utilizada.

Las primeras planificaciones y cálculos para la iluminación arquitectónica de la Catedral de Tarazona partían de experiencias acumuladas en otras catedrales. En 2004 se iniciaron, en el edificio en proceso de  restauración, las primeras pruebas de iluminación arquitectónica con proyectores de lámpara de descarga de halogenuros metálicos. Pero las incorporaciones, por parte de fabricantes de referencia, de proyectores con lámparas led provocaron dudas respecto a la fuente de luz a escoger.

El led se mostraba atractivo desde el punto de vista formal -su tamaño no debía de exceder ciertas dimensiones- y por su mantenimiento; los proyectores se iban a instalar a 14 metros de altura por lo que debían tener un alto grado de estanqueidad al polvo. Desde la luminotecnia los proyectores  debían disponer de diferentes ópticas así como accesorios para el control de deslumbramiento. Además, las anunciadas 50.000 horas de vida útil de las lámparas, suponían un argumento de peso a favor del cambio de sistema.

Por otro lado las limitaciones de las lámparas led en el rango de temperaturas de color cálida, en el flujo luminoso y su no probada fiabilidad se convertían en aspectos contrarios a esa decisión.

Tras la selección de fabricantes y la realización de pruebas de luz in situ, los óptimos resultados obtenidos nos ayudaron a optar por la fuente de luz led -mediante el proyector Mini Woody de Iguzzini- en sustitución de los halogenuros metálicos previstos.

Las soluciones


El resultado del proyecto para iluminar la catedral fue la aplicación de diferentes sistemas de iluminación en función del uso y de la configuración arquitectónica de cada espacio.
En primer lugar las naves altas, constituidas por 11 tramos de bóvedas que forman la cruz latina, en las que se resolvió la definición del espacio interior mediante un sistema de iluminación indirecta con proyectores apoyados en los capiteles de arranque de las nervaduras y orientados hacia las bóvedas. Se obtuvieron unas iluminancias del orden de 12 Lux con la instalación, en cada tramo de bóveda, de 4 proyectores led 3x1W con óptica 10º más 8 unidades del mismo modelo de proyector pero con óptica de 24º. Un segundo estrato de iluminación, correspondiente al nivel de los ventanales -que tienen una importante carga decorativa-, se resolvió mediante un único proyector de led 3x1W, instalado en la cornisa, y equipado con lente de escultura que los ilumina desde el frente opuesto.

El espacio de circulación y contemplación de las capillas adyacentes, definido por las denominadas bóvedas “bajas”, se ilumina con los mismos criterios descritos anteriormente. En los trece tramos de las naves laterales y pies se han dispuesto 8 unidades de proyectores de led de 3x1W con óptica 24º por tramo. En cambio, los nueve tramos de la girola, de menor tamaño que los anteriores, se resolvieron con sólo 4 unidades de las mismas características por tramo. Las iluminancias en bóveda de naves laterales y girola  son semejantes y se mantienen en valores en torno a los 12 Lux que se alcanzaban en la nave principal y en el transepto.

La solución adoptada para iluminar el cimborrio -complejo espacio de transición desde la figura cuadrada en la intersección de la cruz latina, a través del tambor octogonal y bóveda, hasta el remate de la pequeña linterna, también octogonal- se ha establecido en diferentes estratos desde donde se remarca su verticalidad. El primero se ubica en el arranque de las cuatro trompas, mediante 8 unidades de proyector led 3x1W óptica 10º. Un segundo nivel corresponde al tambor octogonal con 16 unidades proyectores led 3x1W 24º orientados hacia la bóveda más 8 unidades de proyector led 3x1W 10º y lente de escultura ubicados en los pies de cada una de las ocho hornacinas y que iluminan su hornacina enfrentada. Por último un tercer nivel desde el que se ilumina la bóveda de la linterna con cuatro proyectores led 3x1W 24º.

La iluminación de uso de naves bajas, laterales y deambulatorio de la girola, se solucionó mediante la luz difusa de lámparas fluorescentes compactas electrónicas de 7W, que contribuye a crear una atmósfera apropiada al entorno además de resolver la circulación peatonal. Son apliques sobre los paramentos del trascoro.

Por último las necesidades de iluminación, en el nivel inferior de la nave central y transeptos, durante las celebraciones religiosas se resuelven mediante la utilización de luz difusa y un diseño arquitectónico de los lampadarios en los que se preocupó, especialmente, en resolver la homogeneidad requerida y evitar problemas de deslumbramiento. Integran un downlight cenital de fluorescencia compacta de 2x26W y un uplight sobre sí mismo que lo aligera.

La iluminación de las zonas destinadas a la liturgia, presbiterio y capillas, requirió un estudio pormenorizado para respetar las especiales condiciones de uso, ya que su definición como espacio arquitectónico, se realizó del mismo modo descrito para el resto de bóvedas altas. Para la reforzar la atención sobre el retablo mayor se dispusieron raíles electrificados trifásicos en las columnas frontales al mismo. En distribución vertical se instalaron dos raíles por encima del nivel del triforio y otros dos por debajo, equipados con proyectores con ópticas de 10º y lentes de escultura y lámparas de 100W/12V y 50W/12V. La iluminación de las capillas restauradas sigue los mismos criterios con una ajustada dotación de raíles y proyectores en función de sus dimensiones. Los elementos básicos de la liturgia, altar, sede y ambón se iluminaron mediante proyectores ubicados en las dos cornisas enfrentadas al presbiterio y correspondientes al inicio de la nave principal, equipados, en este caso, exclusivamente con lámparas de 100W/12V.

En la capilla de San Andrés, de culto diario, la iluminación arquitectónica, de acento y de los fieles se resolvió con el diseño e instalación de dos lampadarios circulares de cuatro metros de diámetro exterior suspendidos desde las bóvedas a la altura de la cornisa perimetral. En ellos se han alojado 6 downlights con led de 14W para la iluminación cenital más otros 4 para la indirecta. Además se han integrado en los lampadarios 6 downlights orientables de 100W12V para la iluminación de acento del altar, ambón y atril.

Por último, la iluminación ornamental exterior de la catedral se resolvió con las mismas fuentes de luz led y criterios de homogeneidad, como la luz solar, que hacen destacar por sí misma a la arquitectura. También se procuró evitar la habitual sobre iluminación que, de forma tan pretenciosa, se aplica a los edificios históricos.

Créditos


Cliente:
Ministerio de Cultura y Gobierno de Aragón
Agradecimientos al Excm.
Cabildo de la Catedral de Tarazona

Iluminación:
iGuzzini Illuminazione Ibérica S. A.

Proyecto luminotécnico:
Aguerri Arquitectos y Proyectar Soluciones Luminotécnicas - Fernando Aguerri, José Ignacio Aguerri y Pedro Balaguer  

Arquitectos:
Fernando Aguerri y José Ignacio Aguerri

No hay comentarios:

Publicar un comentario