lunes, 10 de diciembre de 2012

Tarazona


http://desdemimejana.blogspot.com.es/2012/11/turiaso.html


DOMINGO, 11 DE NOVIEMBRE DE 2012

Turiaso

Cubierto y llovizna, esta era la previsión del tiempo para este día, pronóstico que se cumplió. Tras un corto viaje de veinte minutos, dando un salto de la Comunidad Foral de Navarra a la de Aragón, el autocar nos dejó en la glorieta de la que arranca el Paseo de la Constitución en el que ya nos esperaba la guía que nos va a ilustrar durante nuestra visita a nuestra vecina Tarazona, la Turiaso romana.

Junto al pretil de uno de los puentes que cruzan el río Queiles que atraviesa la ciudad muy bien encauzado, le escuchamos una breve introducción dándonos cuenta de la historia de la ciudad. Acto seguido comenzamos la visita de la misma encaminándonos, con los paraguas abiertos, a la Plaza de España.

Nos encontramos de frente con la fachada del Ayuntamiento de la ciudad edificado a mitades del siglo XVI para servir de lonja, granero y mirador. Se trata de un edificio de tres plantas, la última con una galería plateresca copiada en la restauración efectuada en 1972 del sobreclaustro del Monasterio de Veruela.

Fachada del Ayuntamiento

Debajo de la galería un magnífico friso de yesería del siglo XVI que representa la entrada del emperador Carlos I de España y V de Alemania en la ciudad deBolonia acompañado de todo su séquito. Bajo este friso, restaurado en el año 2000, se encuentran las figuras en relieve de Hércules, Pierres y Caco,personajes de la mitología e historia de la ciudad. Decorando la puerta las figuras de la justicia y la prudencia y sobre ellas los escudos de Aragón, España en tiempos del Emperador y de Tarazona.


Detalle del friso

Proseguimos el recorrido por la judería, donde podemos contemplar sobre ella, apoyadas en los restos de las murallas del barrio del Cinto, las casas colgadas a las que se accede por la calle Conde.

Casas colgadas sobre la judería

Llegamos a la plaza donde se encuentra el Palacio Episcopal. Un mirador nos proporciona una excepcional vista de la ciudad en que se aprecian en primer término el santuario de Nuestra Señora del Río y la antigua plaza de toros; al fondo la catedral con la torre y la cúpula del cimborrio, ambas de estilo mudéjar.

La ciudad desde el mirador de la Magdalena

Cierra uno de los lados de esta plaza la iglesia de la Magdalena con su ábside románico circular y la esbelta torre mudéjar. Según algunas opiniones, en su solar se edificó un primer templo visigodo con rango de catedral que más tarde se convirtió en mezquita durante la dominación musulmana. Después de la reconquista de la ciudad por Alfonso I el Batallador, se construyó en el siglo XII, una nueva iglesia que, a lo largo de los siglos, ha sufrido varias  transformaciones profundas.

Iglesia de la Magdalena con su torre mudéjar

Penetramos en su interior y nos sorprende la clara división de las tres naves totalmente desiguales, fruto de una remodelación de finales del siglo XVII. La central más elevada con bóveda de cañón y lunetas, la del lado de la epístola mucho más baja también con bóveda de cañón y la del evangelio nos muestra, apoyada en arcos apuntados, la antigua techumbre de madera de que fueron dotadas las tres naves a principios del siglo XV cuando se reconstruyeron con ladrillos.


Techumbre de madera de una de las naves

Pasamos a visitar el palacio episcopal, asentado sobre la antigua Zuda,  donde resalta su patio central y el Salón de los Obispos, cubierto por un artesonado mudéjar, en el que se encuentran los retratos de todos los obispos que ha tenido tan antigua diócesis. Experimentamos que el suelo de esta sala parece moverse.

Patio central y escalera del palacio episcopal

Residencia temporal de los reyes de Aragón, se convirtió en palacio episcopal  desde finales del siglo XIV. Consta este palacio de edificaciones medievales, renacentistas y barrocas, destacando la fachada sur por sus arcadas de cimentación y la triple galería de arquillos, además de la del oeste decorada con una estructura de retablo de ladrillo y yeso en el lado derecho, el que se ve desde el río y el antiguo camino de Castilla.


Fachada sur del palacio episcopal

Descendemos de lo alto del Barrio del Cinto en el que se encuentran los dos edificios visitados, cruzamos de nuevo el Queiles y pasamos a contemplar la antigua plaza de toros. Es un edificio octogonal constituido por 32 viviendas, habitadas desde su inicio. Tiene planta baja y tres alturas, con ventanas en el perímetro exterior y en el interior grandes arcos sobre pilares ochavados. Las arcadas del interior hacen las funciones de palcos. Finalizó su construcción en 1792 y se celebraron festejos en ella hasta 1870 en que se construyó la plaza de toros actual. Es conocida también con el nombre de Plaza de los tocinos porque en ella se celebraba el mercado de estos animales. Hoy en día, en este sitio, tienen lugar numerosos eventos musicales.

Plaza de toros vieja

Seguidamente, disfrutamos de unos minutos de descanso hasta la hora en que tenemos prevista la visita de la catedral, tiempo que aprovechamos para tomar un tentempié, adquirir el correspondiente dedal de colección y  detenernos para hacer una pequeña inspección a la hermosa ermita de Nuestra Señora del Río que nos cae al paso entrando en su interior.

Ermita de Nuestra Señora del Río

Después nos acercamos hasta la catedral y me entretengo en hacer unas fotos de la extraordinaria cúpula mudéjar de su cimborrio, a la espera de que comience nuestro recorrido por Santa María de la Huerta, advocación bajo la que se ampara este templo que ha permanecido cerrado durante cerca de treinta años para su restauración, todavía no concluida, de cuya visita daré cuenta en una próxima entrada.



La Catedral


http://desdemimejana.blogspot.com.es/2012/12/la-catedral-de-tarazona.html?showComment=1355083845677


SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE DE 2012

La catedral de Tarazona


Iniciamos el recorrido de esta catedral que, tras la conquista de la ciudad a los musulmanes en 1119, comenzó a erigirse con un  proyecto inicial románico que fue arrumbado por el de una iglesia gótica completamente nueva, fuera del recinto protegido de la muralla, en la huerta de la población. Fue consagrada el 20 de abril de 1235 respondiendo a partir de entonces al nombre de Santa María de la Huerta. Fue destruida en gran parte dos siglos más tarde por Pedro I el Cruel durante la guerra "de los dos Pedros" (1356-1369) y se renovó en el siglo XIV apareciendo el estilo mudéjar que afectó a la terminación de las naves y las capillas que las circundan, las fachadas exteriores, el cimborrio y la torre. Aprovechando la sustitución del antiguo cimborrio muy deteriorado, tuvo lugar en el siglo XVI, en plena época renacentista, una nueva reforma que afectó al interior de la seo, culminando con la pintura de la misma con una imprimación gris con falsas juntas blancas incorporando en la cabecera resplandecientes dorados. En 1981 fue cerrada al público por correr riesgo de derrumbamiento, comenzando una larga rehabilitación interrumpida varias veces por falta de fondos. En abril de pasado año fue abierta al público sin estar finalizada su restauración completa.

La catedral desde el mirador del Palacio Episcopal

Hasta aquí la historia de esta catedral de estilo gótico francés (cabecera y naves), con el cimborrio y campanario mudéjares y la parte central del crucero renacentista. En el exterior descuellan su torre campanario, de gran altura e imponente presencia y la cúpula del cimborrio formada por cuatro cuerpos superpuestos decrecientes, transición del tambor a una espléndida linterna. Se hace patente la limpieza llevada cabo. Los contrafuertes y arbotantes sujetan airosamente los muros. La portada no podemos contemplarla puesto que se encuentra, como consecuencia de la restauración inconclusa todavía, oculta por una gran malla con su silueta impresa. Esta portada está situada en el extremo norte del transepto.


El crucero

Penetramos al interior por la puerta del lado opuesto y la primera sensación es la sorpresa. A pesar de los cambios posteriores realizados en el templo se reconoce perfectamente el estilo gótico francés. A media altura de los muros, dándoles gracilidad, discurre un fino trifolio con arquillos góticos muy estrechos.

La nave central y el coro

La esbeltez de la nave principal es impresionante así como la de las columnas que sustentan el cimborrio, realizado por Alonso González, que llama poderosamente mi atención. Se trata de un tambor octogonal con un friso de dragones y centauros, con ocho hornacinas con apóstoles flaqueadas por columnas abalaustradas y pinturas murales de grisalla que, según nos dicen, permanecían ocultas hasta esta última restauración. Contemplamos algo insólito en el ámbito religioso europeo: una representación desnuda de personajes bíblicos y clásicos como Adán y Eva, Safira y José, Dido y Eneas, Apolo y Venus, Judit y Holofernes, Periandro y Baco, Rafael y Tobías y David y Hércules. Sobre el tambor un polígono estrellado con nervios terceletes y florones dorados.

El cimborrio

En la capilla Mayor un gran retablo con la figura central de la Inmaculada y en su  bóveda pinturas de grisalla sobre fondo dorado. En sus pilares vemos de nuevo unas pinturas góticas un tanto deterioradas.

El retablo de la capilla Mayor

Damos vuelta a la girola deteniéndonos en las capillas de San Andrés y la de S. Lorenzo, S. Prudencio y Sta. Catalina con un vistoso retablo gótico de principios del siglo XV. Unas magníficas pinturas también góticas nos acompañan en este recorrido por el deambulatorio.

Paseando por la girola

También llaman mi atención los ventanales de alabastro policromado y un trabajado púlpito con la figura de un Ecce Homo. Las capillas del lado del evangelio se encuentran tapiadas y las del lado de la epístola también están cerradas pero en algunas podemos atisvar su situación en espera de la restauración pendiente.

Yeserías del claustro

Pasamos al claustro y me sorprende la yesería mudéjar que cierra los vanos. Una exposición en uno de los laterales nos facilita información sobre los trabajos de reconstrucción realizados.

Me detengo un tiempo en  una reproducción con grandes fotografías de las pinturas de grisalla del cimborrio observándolas con detenimiento

Reproducción de una de las grillas del cimborrio

A pesar de la lluvia, salgo al patio interior del claustro para no perderme la singularidad de estas celosías en su conjunto. Quizás por asociación de ideas se me representa como un gran encaje de bolillos, de esos que hacían nuestras abuelas y que el pasado año volví a ver en Camariñas.

Patio interior del claustro cerrdo con celosías de yeso

Terminada la visita, saco la impresión de que se trata de una perfecta catedral gótica, aderezada en su interior con sorprendentes detalles renacentistas, recubierta por un hermoso envoltorio mudéjar y digna de ser contemplada por los diversos tesoros que encierra. Debo reconocer que, a pesar de no ser de mi agrado  la pintura sobre la piedra ya que personalmente la prefiero limpia,  el tono gris con falsa junta blanca de que hace gala le da un empaque impactante al primer golpe de vista.

Entrada relacionada: Turiaso




domingo, 9 de diciembre de 2012

Enciclopedia aragonesa sobre Espacio Sefarad


http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=20036




Aragón, Espacio Sefarad

Contenido disponible: Texto GEA 2003
En 1999, a raíz de los descubrimientos judíos en Tarazona, se crea la Asociación de Amigos de la Cultura Judía «Moshe de Portella», la cual, junto con el Centro de Estudios Turiasonenes, busca fondos para su proyecto cultural. La Diputación Provincial de Zaragoza acoge la idea como promotora del proyecto «Aragón, Espacio Sefarad» y configura un equipo encabezado por el presidente de la Diputación, Javier Lambán Montañés, y constituido por un coordinador general, Javier Bona López, y un director científico, Miguel Ángel Motis Dolader, a través de los centros de estudios de la Institución Fernando el Católico repartidos por la provincia. Los objetivos del equipo son:
— Recuperar y difundir la herencia judía medieval como ejemplo de tolerancia y clave de identidad cultural.
— Acometer la publicación de monografías sobre sus principales aljamas y la compilación de las fuentes inéditas —tanto cristianas como hebreas—, así como el patrimonio epigráfico.
— Editar guías turísticas trilingües en español, inglés y hebreo de las diversas rutas de interés histórico-artístico.
— Señalización, mediante placas cerámicas, de los barrios judíos, así como su protección, con una futura declaración de Bien de Interés Cultural, y recuperación de sus elementos más significativos (sinagogas, baños, cementerios, etc.)
— Configuración de una página web (http://aragonjudio.dpz.es) donde se incluyan todas las juderías, sus atractivos y actividades.
— Compilación de una base de datos de aproximadamente un millar de linajes de las familias judías que vivieron en Aragón.
— Desarrollo de actividades culturales vinculadas al mundo judío y sefardí (Jornadas Sefardíes como las que se realizan en Tarazona o las programadas para Ejea y Calatayud)
— Celebración de una magna exposición titulada Hebraica Aragonalia. La herencia judía en Aragón, que se inaugura el mes de octubre del año 2002 en el Palacio de Sástago y que permanece abierta por espacio de dos meses, a la que son invitadas relevantes personalidades del mundo judío y donde se dedican espacios a distintos aspectos de esta minoría: artísticos, culturales, científicos, vida cotidiana, festividades, sociedad, economía, creencias, etc.
— Realización de centros de interpretación monográficos y específicos de cada zona, como el ya creado por la Asociación Moshé de Portella en Tarazona:http://www.lanzadera.com/moshedeportella o el proyectado en Ejea sobre la medicina judía.
— Plan integral de desarrollo territorial que permita canalizar un turismo cultural nacional e internacional como factor de riqueza.
— Articulación de rutas inspiradas en la realidad de la Edad Media: Cinco Villas (Luesia, Sos, Uncastillo, Biel, El Frago, Ruesta, Luna, Tauste y Ejea); La ruta mudéjar del Moncayo (Tarazona, Borja, Mallén y Magallón); Daroca y su comunidad; Calatayud y su comarca; La ruta del talmud (Caspe, Híjar y Alcañiz).
El proyecto «Aragón, Espacio Sefarad», impulsado por la Diputación Provincial de Zaragoza, comienza con un inventario de las más de cincuenta juderías aragonesas a través del fotógrafo Ricardo Vila, que capta cementerios, baños y sinagogas. Inventario que se completa con la documentación hallada en archivos municipales, notariales y eclesiásticos.
Todo un conjunto de actividades e investigaciones que culmina con la exposición Hebraica Aragonalia. El legado judío en Aragón, que se inaugura el 4 de octubre de 2002 en las salas del Palacio de Sástago de Zaragoza, con la asistencia, entre otras autoridades, del embajador de Israel en España. Exposición que se complementa con las siguientes actividades:
— Conferencias en la sala de música del Palacio de Sástago: «Convivencia e interculturalidad en el Aragón bajo medieval desde la perspectiva de los judíos», por Miguel Angel Motis (18 de octubre). «Convivencia e interculturalidad en el Aragón bajo medieval desde la perspectiva de los cristianos», por José Luis Corral (25 de octubre). «El arte mudéjar al servicio de las tres culturas del libro», por Gonzalo M. Borrás (8 de noviembre).
— Conciertos de música sefardí en la Iglesia de Santa Isabel: Adela Rubio y Santiago Blasco (15 de noviembre). Artesonado (22 de noviembre). Speculum «Música para el Zohar» (29 de noviembre). Rosa Zaragoza (8 de diciembre).



Huellas de las aljamas hebreas en Aragón

http://www.enciclopedia-aragonesa.com/monograficos/historia/judios_en_aragon/default.asp



Huellas de las aljamas hebreas en Aragón

Tras la diáspora ocurrida con la destrucción del Templo de Jerusalén, Aragón fue un lugar acogedor y propicio para el mantenimiento y el desarrollo de la cultura judía, en un ambiente de respeto y convivencia.
Todo cambiará en plena crisis del siglo XIV con las persecuciones y conversiones, desembocando finalmente en la expulsión de 1492 de todos los judíos del reino. Hoy nos queda su recuerdo en no pocas huellas materiales diseminadas por toda la comunidad autónoma.



Comenzamos...?
Tema 1:
La dispersión de los judíos
Llegan a Aragón después del siglo I y la destrucción del templo de Jerusalén
Tema 2:
Los judíos en el Aragón medieval
Tras la conquista cristiana se dota a los judíos de personalidad jurídica propia
Tema 3:
Persecuciones en las juderías
Con la crisis del siglo XIV irá en aumento el sentimiento antijudío y serán perseguidos
Tema 4:
La expulsión de los judíos
Con los reyes católicos y la unidad territorial se decide también la unidad religiosa
Tema 5:
La organización en las aljamas
Las comunidades hebreas aragonesas tendrán su propia organización interna
Tema 6:
Cómo vivían los judíos aragoneses
Una sociedad que vivía dentro de las juderías dedicada esencialmente a la banca y comercio






Tema 1. La dispersión de los judíos

Torah realizada en 1487
Torah fechada en 1487
La religión judía es la más antigua de las tres religiones del Libro (judía, cristiana y musulmana). El principal rasgo de las tres es el monoteísmo y sus libros comunes sagrados. Los preceptos más importantes del judaísmo quedan recogidos en la Torah, el Pentateuco de los cristianos, y las leyes y tradiciones judías están recogidas en el Talmud.
Hubo un hecho que marcó para siempre la historia de este pueblo, la destrucción del Templo de Salomón en Jerusalén en el año 70 d.C. por el emperador romano Tito. A raíz de este hecho se produjo la diáspora, esto es un exilio masivo dispersándose por distintas partes del mundo. Un buen contingente de los judíos deportados llegaron a Hispania, estableciendo sus primeras comunidades por distintos puntos de la península desde época temprana.
Un lugar mítico...    Sefarad
El nombre que dan los judíos a la Península Ibérica desde la Edad Media es Sefarad. Por eso a los descendientes de los judíos que fueron expulsados de la Península después de 1492 se les llamasefardíes. Estos sefardíes conservan muchas de sus antiguas tradiciones e incluso el habla judeo-española que recibe el nombre de ladino.
La convivencia con los judíos bajo la administración imperial fue pacífica, pero no ocurrió lo mismo con la ocupación visigoda, ya que tras la conversión de Recaredo al catolicismo (586) y su búsqueda de la unidad religiosa en todo el reino se persiguieron continuamente a las minorías judías. Así las cosas, la llegada de los musulmanes supuso un alivio para los judíos, ya que consintieron la práctica de las religiones del Libro.
Ilustración miniada en el libro de Ibn Gabirol de los Vicios y Virtudes
Página miniada del libro Vicios y virtudes de Ibn Gabirol
Durante los siglos X y XI, coincidiendo con el Califato y los reinos de Taifas, los judíos aragoneses constituyeron pequeñas comunidades, en las que se dedicaban a la artesanía y al comercio.
En la época taifal se produjo un periodo de esplendor en el reino de Zaragoza para los judíos en cuanto a las ciencias, artes y el pensamiento, ya que los reyes de las dinastías tuyibí y hudí se rodearon en su corte de poetas, artistas y científicos que profesaban esta religión. Destacaron figuras como el poeta y filósofo Solomo Ibn Gabirol (a quien los escolásticos conocieron con el nombre de Avicebrón), también destacó Ibn Paquda en las mismas materias e igual medida, y no quedaron eclipsados poetas como el tudelano Yehuda ha-Leví y Moses Ibn Ezra.
Es muy importante la aportación de los judíos aragoneses en el campo de las matemáticas y la astronomía, destacando Savasorda (Abraham bar Hiyya ha-Bargeloni), el converso Pedro Alfonso o Abraham ibn Ezra.