http://www.dpz.es/turismo/monograficos/tarazona/Tarazonajuderia.pdf
HACE MÁS DE 500 AÑOS…
Barrio de La Judería de Tarazona
Sin ir más lejos
HISTORIA
La presencia judía se remonta a época visigoda e, incluso, al Bajo Imperio, consolidándose bajo dominio musulmán, si bien las noticias se multiplican después de la capitulación de la ciudad ante Alfonso I, monarca que en 1123 concederá al obispo diversos derechos sobre esta minoría.
En la “edad de oro” (1213-1283), Muça o Moshe de Portella, ejercerá un papel sobresaliente en la Administración. Baile de la aljama (1273) y de la ciudad (1276-77), controla la recaudación de impuestos y las fortificaciones fronterizas. En 1283, poco antes de su destitución, era una pieza clave de las finanzas de Aragón.
En la Guerra de los Dos Pedros, la judería fue saqueada por las tropas castellanas. Tras la reconstrucción y reasentamiento de los judíos en 1370, residirá el rabino tudelano Shem Tov b. Isaac Shaprut, después de su polémica con Pedro de Luna (1375), ejerciendo como físico.
La ciudad albergó un centro de traducción donde se vertían las obras del árabe al latín. En la actualidad se conserva un legado de códices hebreos en el Archivo Capitular. Las cruentas alteraciones de 1391 a penas se dejaron sentir gracias a la protección del concejo y a su peso económico, época en que habitan 200-275 judíos.
No existe constancia de conversiones masivas tras la Disputa de Tortosa (1413-1414), salvo entre los Azamel. La política proteccionista de Alfonso V les permitirá mantener un equilibrio institucional que proseguirá con Juan II, cuando la comunidad ronda las 400 personas. El clima de tolerancia se quiebra con la implantación del Santo Oficio en 1484. Entre las familias procesadas destacan los Santa Fe y los Santángel. Una vez decretada la expulsión en 1492, una parte emigra a Navarra (Tudela, Cascante…), mientras que un 40 ó 50% de la población opta por el bautismo.
LA ALJAMA
Desde los padrones de 1271, se incluye entre las comunidades de realengo, con una tributación media del 3%. Las primeras dificultades financieras se presentan al concluir el siglo, mereciendo la condonación de un tercio de la pecha. En el último tercio del siglo XIV, cotiza el 2% de los subsidios extraordinarios. La organización interna de la comunidad —cuyos primeros testimonios datan del siglo XIV— se asienta en la asamblea, el Consejo y los adelantados o “muqdamim”, amén de diversos funcionarios (clavario, albedí, shamas, etc).
En el «regimiento de los oficiales» o “takkanah” promulgado en 1420, se establece que el Consejo se componga de nueve miembros, tres por cada uno los estratos sociales o “manos”. Su mandato, con vigencia anual, comenzaba en San Miguel, designando los salientes a sus sucesores. Sus funciones eran consultivas, salvo en lo tocante a la fiscalidad. Los adelantados, «siquiere jutges», debían ser conocedores de la legislación talmúdica («e mas scientes de tota la aliama») y conducirse con honestidad («e que no sean ignorantes, ni jugadores»). Esta instancia que condensa el poder ejecutivo, está formada por tres miembros —en ciertos momentos dos—, que también son competentes en la instrucción de causas judiciales; vigilan el cumplimiento de las observancias religiosas; y supervisan los hospitales, los fondos de caridad, etc.
Miguel Ángel Motis Dolader
EL BARRIO
El caserío más antiguo conservado procede de fines del siglo XIV. La “judería vieja” se asienta a los pies de la Zuda, ocupando un espacio acotado por el exterior de la barbacana y la acequia de Selcos, así como el mercado y la puerta del Burgo, abarcando las calles de Judería, Rúa Alta, Rúa Baja y Aires. Este barrio originario tenía diversos accesos: la Puerta de la Plaza Nueva (Plaza de España), la Porticiella (Rúa Baja) y la Puerta de la Zuda (Rúa Alta). En torno a 1450 se cita la “judería nueva”, prolongada a través de la cuesta de los Arcedianos hacia la plaza de Santa María, espacio público donde se celebraban los actos solemnes (exequias y coronación de los reyes, la Pascua o el “Sukkot”).
La aljama cuenta con dos sinagogas: la “mayor” y la “menor”. Respecto a la primera, el obispo expidió la licencia de reconstrucción en 1371 por el incendio sufrido tras la guerra. Se compone una sola nave cubierta con madera a doble vertiente, a la que se accede mediante un patio o “azara”. La «sinoga de mulleres» se segrega mediante una tribuna. El edificio fue objeto de diversas obras a mediados del siglo XV, ocupando probablemente el espacio donde se levanta la "Casa de Bécquer", en la Rúa Alta. Las menciones a la sinagoga menor son muy esporádicas.
Tan apenas se sabe nada del "miqweh", situado cerca de la acequia de Selcos y próximo a la sinagoga aunque con acceso independiente.
El fosar —ocupado por la antigua Fosforera y el Convento del Carmen— se emplaza entre la calle de Caldenoguea y el camino de Mataperros, en un promontorio que limitaba con la Plaza de la Almeora, cerca de la Puerta de la Carrera de Cervera y de la Puerta la Era. Ubicado extramuros, en terreno inculto, en declive y con los sepulcros orientados hacia Israel, es propiedad de la aljama y está limitado por una cerca.
domingo, 11 de marzo de 2012
milespowerpoints
http://www.milespowerpoints.com/powerpoint/detalles/32348/catedral-de-tarazona.html#
La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona (provincia de Zaragoza), de planta gótica, es una de las construcciones más características del mudéjar en España, y una de las escasas catedrales edificadas en este estilo arquitectónico, junto con la de Teruel.
Catedral de Tarazona
http://www.milespowerpoints.com/descargar/pps/32348/catedral-de-tarazona/
sábado, 10 de marzo de 2012
Guía de la Judería de Tarazona
http://idd00bmy.eresmas.net/etarazonajudia.html
Tarazona Judía
VER FOTOGRAFIAS JUDERIA DE TARAZONA APELLIDOS JUDIOS DE TARAZONA
VER FOTOGRAFIAS JUDERIA DE TARAZONA APELLIDOS JUDIOS DE TARAZONA
VER FOTOGRAFIAS JUDERIA DE TARAZONA APELLIDOS JUDIOS DE TARAZONA
Guía de la Judería de Tarazona (M.A. Motis Dolader)
1.Contexto histórico
Probablemente en Tarazona, como sucede en Huesca o Zaragoza, existió
una pequeña comunidad judía en el período visigótico -e incluso
bajoimperial-, que se consolidó bajo dominio musulmán. No obstante, las
noticias documentales se multiplican después de su integración en el reino
de Aragón, cuando alcanza su madurez y configuración definitiva.Tras la
conquista de la ciudad por Alfonso I, se reconocen en 1123 al obispo de la
sede los derechos tributarios y las lezdas de las tres comunidades que la
habitaban, siendo hasta su extinción uno de los principales propietarios de
la judería, con un patrimonio aproximado de veinte casas y diez tiendas.
Sin embargo, su colectividad adquiere mayor importancia en la llamada
"edad de oro" del judaísmo hispánico (1213-1283), caracterizada por el
ascenso de altos funcionarios-proceso iniciado en el reinado de Jaime I
(1213-1276) y consolidado con Pedro el Grande (1276-1285)- consagrados a
tareas económico-administrativas, hasta el punto de que durante este
período las finanzas de la Corona estuvieron controladas en gran medida
por los judíos. Entre ellos destaca el turiasonense don Muça de Portella,
que en la inmensa mayoría de los documentos adopta la grafía árabe
frente al onomástico hebreo Moshe. En su primera aparición (1273) ostenta
el cargo de alcaide y baile de la aljama judía de Tarazona, para pasar
más tarde al reino de Valencia -donde fue baile de Morella, Onda,
Peñíscola, Sagunto, Segorbe y Villarreal- y ser promovido en 1276-77 a la
bailía y merinato de su ciudad natal. No sólo se ocupó de la recaudación
de impuestos y de la consolidación de las fortificaciones fronterizas con
Castilla y Navarra, sino que se implicó en la administración de rentas
episcopales y nobiliarias. Sólo tres años antes de que las Cortes de 1286
exigieran al soberano que fuese separado del cargo, su influencia se
extendía por todo Aragón, siendo poco después asesinado en
circunstancias todavía no esclarecidas. Su fortuna fue confiscada por
Alfonso II para contribuir a los gastos de la conquista de Menorca, aunque
un acuerdo posterior les permitió conservar su prosperidad económica, si
bien a cambio de trasladar su residencia a las proximidades de Borja. Su
hermano Ismael prosiguió desempeñando las tareas de recaudador (hasta
1289), fue administrador privado del infante don Pedro y rab de los judíos
del reino de Aragón con Jaime II. La familia mantuvo el privilegio que le
permitía pagar tan sólo un quinto de los impuestos de la aljama, cuando
hubieran podido afrontar todos los gastos de la comunidad. Cuando fueron
privados de toda influencia en la administración, se mudaron al vecino
reino de Navarra. Desde los padrones fiscales de 1271, la aljama figura
entre las dieciséis comunidades de realengo de Aragón, con una
tributación media del 3%. Poco después, en 1285, Pedro III ratifica la
primera regulación comunitaria relativa al pago de impuestos de sus
miembros. Las primeras dificultades financieras se presentan al concluir el
siglo -al parecer residían en estos momentos unas dieciséis familias-,
mereciendo la condonación de un tercio de los impuestos ordinarios, que
entonces alcanzaban los 3.000 sueldos. Afrontan, asimismo, la cena de
presencia, que en 1327 asciende a 66 sueldos 8 dineros -igual que Daroca,
Jaca y Alagón- y la cena de ausencia -aplicada además a Zaragoza,
Huesca, Teruel y Ruesta- que supone 200 sueldos. Al igual que en
Zaragoza, Pamplona y Huesca existió un centro de traducción -de menor
entidad que Toledo- donde se vertían las obras del árabe al latín. En esta
misma época, y debido a la grave crisis socio-económica padecida, el
kahal de Tarazona cotiza en torno al 1,9% de los subsidios extraordinarios,
en posición cercana a Ejea de los Caballeros y Uncastillo. Con motivo de
la Guerra de los Dos Pedros, la ciudad fue tomada sucesivamente por las
tropas castellanas -frenadas sólo ante las fortificaciones de Daroca-, siendo
la más cruenta la producida en el trienio 1357-60, suponiendo su práctica
destrucción. La judería, evidentemente, corrió la misma suerte y fue
saqueada. De hecho, el 13 de marzo de 1367, poco antes de trasladarse a
las Cortes de Zaragoza y dada la proximidad de las tropas navarras y
gasconas, Pedro IV se planteó la posibilidad de desmantelarla para que no
cayera en poder del enemigo. Tras la dura reconstrucción -los primeros
pasos para el reasentamiento de los judíos huidos data de 1370, según las
órdenes en este sentido recibidas por el baile, aunque no surtan efecto
hasta veinte o treinta años después-, residirá durante cierto tiempo el
célebre rabino tudelano Shem Tov b. Isaac Shaprut, a comienzos de la
década de los ochenta, después de haber polemizado en Pamplona con el
cardenal Pedro de Luna (1375), futuro Benedicto XIII, ejerciendo en la
ciudad como físico eminente. Las alteraciones o alborotos que azotan la
Corona de Castilla y diversos territorios de Aragón no se dejan sentir en la
ciudad, tanto por la protección del concejo -precisado de su apoyo
financiero- como por la interacción socio-económica existente entre
ambas comunidades, que los hacía necesarios después de los estragos de
la peste y la prolongada contienda bélica reciente. De hecho, el año 1391
se firmarán los capítulos de la "guarda de la judería" donde, mediante un
pago anual de 200 sueldos, el concejo garantizaba la defensa de sus
personas y patrimonios, así como la vigencia de los derechos forales como
la presunción de inocencia. Si durante el siglo XIV la judería alberga entre
200 y 250 personas (en torno a un 10 ó 15% del total), a fines de la centuria
se identifican 108 personas, 55 de los cuales son varones mayores de edad,
lo permite establecer una cota no inferior a 225 ó 275 personas. No existe
constancia de conversiones masivas tras la Disputa de Tortosa (1413-1414),
como sí sucede en las cercanas Daroca o Calatayud. En evitación de males
mayores, el infante amparará bajo su protección a todos los dirigentes y
miembros de la aljama, prohibiendo que fueran detenidos por cualquier
delito, lo que le consolidarse frente al grave retroceso del judaísmo
aragonés. Igualmente, la política proteccionista emprendida por Alfonso V
, a través de medidas fiscales flexibles, le permitirá mantener un equilibrio
socio-institucional que proseguirá con su sucesor Juan II.A mediados del
siglo XV, a causa de la presión demográfica, se configura la "judería
nueva", con lo que se incorpora un tercio más de suelo urbano, para una
comunidad que grosso modo ronda las 400-450 personas. El clima de
tolerante convivencia se quiebra tras la implantación del Santo Oficio, y
en especial una vez que se crea el tribunal de distrito, poco después que
en Teruel. Sus actividades comienzan en 1484 y se prolongan hasta la
reorganización producida a la muerte de Fernando II, en que los
procesados serán juzgados en Zaragoza. Entre las familias conversas más
reconocidas destacan los Santa Fe, los Santángel y en parte los
Cunchillos. Una vez decretada la expulsión general de los reinos
hispánicos bajo soberanía de los Reyes Católicos, el 31 de marzo de 1492,
gran parte de los judíos no convertidos emigra a la cercanas aljamas de
Tudela (Juce Orabuena, Simuel Azamel, médico, etc.) o Cascante (Sento
Amariello, rabino, etc.), con la que existen intensos vínculos comerciales y
familiares, el 31 de julio. Aunque es difícil de cuantificar, se estima que se
convirtió en torno a un 40 ó 50% de a población. De hecho, los bautizados
siguieron retornando a sus hogares hasta 1499
.
2.La judería
El caserío conservado es posterior, en cualquier caso, a la reconstrucción
emprendida por la Corona a fines del siglo XIV, una vez concluida la
contienda castellana. Urbanísticamente se articula en dos barrios: un
núcleo primitivo -la judería vieja- y una prolongación posterior o judería
nueva. Una vez consumada la expulsión de 1492 este hábitat pasará a
denominarse genéricamente Barrio Nuevo, como sucede en Zaragoza,
Huesca, Daroca o Calatayud.
a.Delimitación La "judería vieja" se asienta a los pies de la Zuda
-símbolo primero del poder musulmán y luego del cristiano-,
ocupando un espacio ligeramente descendente acotado por el
exterior de la barbacana de la ciudad y la acequia de Selcos, así
como el mercado y la puerta del burgo. Por tanto abarcaba las
actuales calles de Judería, Rúa Alta, Rúa Baja y Aires, no superando
el medio centenar de inmuebles. Este barrio, que no había sido
trasladado después de firmadas las capitulaciones, se hallaba
clausurado por diversas puertas que le servían de acceso: la Puerta
de la Plaza Nueva (embocando con la Plaza de España), la
Porticiella (en la Rúa Baja) y la Puerta de la Zuda (en la Rúa Alta).
Una segunda fase expansiva -coincidente con la reimplantación de
la judería de Daroca, por ejemplo- se inaugura con la "judería
nueva", que no contaba con un muro que la delimitase, cuya
primera mención explícita se sitúa en torno a 1450-55, en que cobra
carta de naturaleza. Ésta se prolonga a través de la cuesta de los
Arcedianos, su vía natural, para articularse en torno a la plaza de
Santa María -"que antes diziase juderia nueva"-protegida en la parte
más próxima al río Queiles por una barbacana. En este espacio
público, según ratifican los judeoconversos, se celebraban los actos
solemnes presididos por los rabinos que portaban los rollos de la
Torah, como las exequias oficiadas por la muerte de Juan II o el
júbilo por la coronación de Fernando II, al igual que determinadas
celebraciones de Pascua y el Sukkot o Cabañuelas. Su efectiva
segregación de la "cristiandad" se lograba a través de una puerta
radicada en el último tramo de la calle Madorrán - a través de un
sistema de doble cierre de puerta y arco- y una segunda, en el otro
extremo de la plaza mencionada, en las proximidades de la parte
baja del molino del Cubo.
b.Espacios rituales El imperativo de la práctica religiosa genera una
serie de espacios asociados a una cultura material específica por su
carácter diferencial: las sinagogas, los baños rituales y los
cementerios. En distinta medida se incluyen asimismo los centros de
abastacimiento, al responder a las prescripciones de orden
alimentaria: los hornos (pan ácimo para la Pascua) y las carnicerías
o macellum, donde se expide la carne kasher sometida a una
liturgia sacrificial especial o sehita. En las visitas pastorales del siglo
XV se especifica sin ningún género de dudas que la aljama cuenta
con dos sinagogas -se alude expresamente a "duas sinagogas
ebreorum"- que ratifican las fuentes al distinguir la "sinoga mayor" o
"de la aljama" frente a la "menor". Respecto a la primera, el obispo
expidió la licencia de reconstrucción el 8 de septiembre de 1371, no
tanto por su antigüedad como por el estado ruinoso en que había
quedado a causa de la guerra, al haber ardido casi en su totalidad y
haber sido objeto del pillaje de las milicias castellanas. Este espacio
común destinado, por un lado, al culto, el estudio y las prácticas
religiosas, y por otro, a las actividades cívicas, y tratándose de un
lugar de reunión ("ubi congregentur", señala el obispo) -que no
participa de la concepción de templo de las iglesias
cristianas-presentaba una configuración arquitectónica muy sencilla:
una sola nave -orientada hacia Jerusalem-, cubierta con madera a
doble vertiente, a la que se accede mediante una patio o azara.
Cuenta con una capacidad suficiente para albergar un centenar
personas. Entre su patrimonio se inventarían dos séfer Torah o rollos
de la Ley, siendo la plata sobredorada de sus keter o coronas
embargada por Fernando II para satisfacer los impuestos ordinarios
de la aljama antes de iniciar la Diáspora. Dispone de una cofradía
en sus dependencias anejas, así como la "sinoga de las mulleres",
segregadas de los hombres mediante una tribuna. La construcción -
que colindaba con las viviendas del rabino- fue objeto de diversas
obras de acondicionamiento y mejora a mediados del siglo XV.
Según se deduce de la documentación conocida hasta ahora, en
exceso ambigua, probablementes ocupara el espacio donde se
erige la Casa de Bécquer, en la Rúa Alta. Por otro lado, las
menciones a la sinagoga menor son muy esporádicas si bien, a
juzgar por las dimensiones que tenía la análoga de Calatayud (40
pies de longitud y 30 pies de anchura), se trataba de un edificio muy
modesto. Tan apenas se sabe nada del baño de inmersión ritual o
miqweh -en Sefarad sólo se conoce hasta ahora una prueba
documental concluyente en Lérida-asociado, por ejemplo, con la
purificación de la mujer menstruante, que es diferente de los
establecimientos públicos, de tradición árabe o romana, utilizados
por razones higiénicas por miembros de las tres religiones.
Necesitaba contar con agua corriente permanente, procedente de
algún curso o manantial cercano, por lo que debía situarse cerca de
la acequia de Selcos, siendo muy factible que se tratase de una
dependencia subterránea de la sinagoga o en sus aledaños, aunque
con acceso independiente. Sólo unas futuras excavaciones
arqueológicas podrán o no corroborarlo. Las creencias religiosas
condicionan el lugar destinado a las sepulturas -que ocupan cada
una en torno a los dos metros cuadrados-, ubicadas invariablemente
extramuros, ya que transmiten impureza. El fosar -ocupado por la
antigua Fosforera y el Convento del Carmen- se emplaza entre la
calle de Caldenoguea y el camino de Mataperros, en un suave
promontorio que limitaba con la Plaza de la Almeora, cerca de la
Puerta de la Carrera de Cervera y de la Puerta la Era, en la
parroquia de la Losilla. Propiedad de la aljama y limitado por una
cerca, se situaba en terreno inculto -en sus alrededores se
cultivaban vides-, en declive y con los sepulcros orientados hacia
Israel.
3.La aljama y los órganos de poder
La aljama, compuesta por los cabezas de familia, goza de cierto grado de
soberanía, pudiendo promulgar ordenanzas y secamas que afectaban a
diversos ámbitos de la vida. Una de ellas, por ejemplo, formalizada en
1285, prohibía que sus miembros utilizaran ropa de tonos claros y pastel
como símbolo de austeridad. La organización interna de la comunidad
-cuyos primeros testimonios escritos datan del siglo XIV-se asienta en tres
organismos colegiados básicos: la asamblea, el Consejo y los adelantados
o muqdamim, amén de diversos funcionarios adscritos a tareas
económico-administrativas (entre los que destacará el clavario, encargado
de la percepción de los impuestos y de la llevanza de la contabilidad
colectiva), judiciales (albedí) y religiosas (rabino, shamas, etc). En el
"regimiento de los officiales" o takkanah promulgado por la reina doña
María en 1420, "considerantes que ha hovido grandes mortalidades,
guerras e otras perplexidades por las quales la dita aljama yes diminuida
de personas", se establece que dicho Consejo se componga de nueve
miembros, según los estratos que vertebran la sociedad, "tres de la mano
mayor, tres de la mano mediana e tres de la mano menor". Su mandato,
con vigencia anual, comenzaba el día de San Miguel, siendo los
mandatarios salientes quienes cooptaban o designaban a sus sucesores.
En general sus funciones eran consultivas, salvo en lo tocante a la
fiscalidad, en que sus resoluciones eran decisorias. No en vano, la aljama
posee recursos financieros propios que garantizan las prestaciones básicas
de la vida comunitaria. Además de la sisa sobre el pan, la carne y el vino,
según una ordinación de 1383, se aplica un impuesto de capitación
(cabezaje) sobre el patrimonio familiar, así como sobre los rendimientos
del trabajo personal (brazaje) y el préstamo, fundamentalmente, gravados
con un tipo básico del 8 ó 10%. Los adelantados, "siquiere jutges", no
podían tener entre sí un grado de parentesco prohibido ("que no sean
ensemble de los parentescos que veda la ley judayca, el qual es daquia el
segundo grado, assi como fillos de dos hermanos e semblantes"),
debiendo ser conocedores de la legislación talmúdica ("los que son mas
expertos en la ley judayca e mas scientes de tota la aliama") y conducirse
con honestidad ("que sean de buena vida e honesta, e que no sean
ignorantes, ni jugadores"). Esta instancia que condensa, en cierta forma, el
poder ejecutivo, está formada por tres miembros -en ciertos momentos de
la historia de esta institución sólo dos-, que también son competentes en la
instrucción de causas y litigios internos, acogiéndose a las disposiciones
rabínicas; vigilan el cumplimiento de las observancias religiosas; y
supervisan los hospitales, los fondos de caridad, etc. ("feyto d'anima, o ad
almosna, o spitales, o semblantes cosas").
4.Actividad económica
En el mundo agrario prepondera el viñedo (77%), seguido del cereal y las
plantas textiles -lino y cáñamo- (13%), y a cierta distancia el olivo (10%),
cuya producción en campañas de pertinaz sequía (1492) sólo generaba 25
arrobas de aceite. Durante el siglo XV predomina el pequeño propietario,
ya que mientras un 70% acredita una sola explotación, el 10% posee tres o
más (Abraham Orabuena, Cahadías Abioxar y Yucé Orabuena). La riqueza,
como sucede en Calatayud, se encuentra muy desigualmente repartida,
pues un solo judío (Yucé Orabuena) concentra un quinto de la tierra. Una
modalidad muy extendida entre los propietarios absentistas es la alcabala,
que consiste en su arrendamiento enfitéutico entre dos y siete años, cuya
rentabilidad como mínimo es el triple que el censo perpetuo que suelen
utilizar los cristianos. El artesanado judío se vincula mayoritariamente con
los artículos de consumo relacionados con la industria textil y de la piel.
Algunas corporaciones de oficio, como los pelaires y los tejedores, son
multiconfesionales, reflejando la cuota de mercado de cada comunidad
productiva; así los cristianos controlan un 60% de sus miembros, mientras
que los mudéjares un 10% y el 30% restante los judíos, muy por encima de
su peso demográfico. Asimismo, cuentan con una clase mercantil muy
activa capaz de gestionar una red de intercambios con Navarra, Castilla y
Aragón, a través de agentes por cuenta ajena y de la apertura de
sucursales que permiten la comercialización de los stocks de sus botigas
especializadas en pañería -esencialmente tejidos de baja calidad
destinados al mercado rural- y peletería. Entre estos patronos-almacenistas
que controlan las distintas fases del proceso productivo y ostentan un
puesto preponderante en el mercado crediticio destacan Hosua Ezquerra,
Levi Pamplones y los hermanos Yento y Açach Avemoder. Son muy
significativos de igual modo, como en Barbastro, los corredores de
caballos o "bestias", que monopolizan la compraventa y el arriendo de
équidos, esenciales para el transporte terrestre. El crédito, que sólo ejerce
con regularidad una exigua minoría de la aljama, suele atender
necesidades estacionales o coyunturales de agricultores-ganaderos y
artesanos. En la segunda mitad del siglo XIV, sólo un 12% de los préstamos
supera los 200 sueldos y más de un 60% ni siquiera 100 sueldos. Además, la
estacionalidad es evidente, ya que la mitad de los contratos fijan un plazo
de amortización trimestral, siendo nueve de cada diez los que no exceden
los nueve meses. Estos préstamos de subsistencia se hallan expuestos a la
insolvencia de sus deudores y sensibles a los períodos de crisis, lo que
obliga a continuas moratorias o condonaciones reales. Ello explica que
ante una inestabilidad política o el mero rumor de alteraciones, como las
producidas en Castilla en 1391, reduzca el control judío de un 50% a un
10%, por la típica inhibición del capital.
VER FOTOGRAFIAS JUDERIA DE TARAZONA APELLIDOS JUDIOS DE TARAZONA
Asociación Amigos de la Cultura Judía de Tarazona "Moshe de Portella"
Fotografias/Images 1
Rótulo en la Calle Judería de Tarazona.
Un arco en la Judería.
Palacio Judío de la familia de los Santa Fé en Barrioverde Tarazona.
Calle Barrioverde Tarazona.
Palacio Judío de la familia de los Santa Fé en Barrioverde Tarazona
Palacio Judío de la familia de los Santa Fé en Barrioverde Tarazona
Una Calle de Judéria de Tarazona.
Calle de Judéria en Tarazona.
Calle Rua Alta de Béquer donde estaba una de las puertas de cierre de la Judería.
Calle Rúa Alta de Bécquer Calle mayor de Barrio Judío.
A la izquierda edificio de la antigua Sinagoga.
A la izquierda edificio de la antigua Sinagoga.
Un portal en la calle de la Judéria en Tarazona.
Casas Colgadas sobre la Judería de Tarazona.
Calle de la judería.
Ventanas en la Judería de Tarazona
Casas Colgadas sobre la Judería de Tarazona.
Calle de la judería.
Ventanas en la Judería de Tarazona
Suscribirse a:
Entradas (Atom)